martes, 30 de junio de 2009

La amistad nos hace mejores.

En cualquier momento, pero significativamente hacia el final del año, es maravilloso celebrar algo tan valioso como la amistad, ese don exclusivo de los seres humanos que nos permite tejer vínculos profundos con personas con quienes lo único que nos une es un sincero y mutuo aprecio.
Los verdaderos amigos son la familia que construimos con base en los dictados de nuestro corazón, no de nuestra sangre, pues mientras el destino nos escoge a los parientes, nosotros escogemos a las amistades.
Una verdadera amistad es ante todo una fuente de afecto y reconocimiento vital para la mayoría de las personas. Toda la gente necesita no sólo sentirse amada por los demás, sino ser necesitada por ellos. Y los amigos son personas con quienes establecemos una relación tan significativa que valida nuestra importancia en el mundo, a la vez que nos suple de una dosis fundamental de cariño y compañía.
Más importante que la mano que nos tiende cuando la necesitamos o esa sonrisa amable en los días oscuros, un amigo o una amiga nos ofrece el profundo regocijo de sentir que alguien confía en nosotros y está dispuesto a abrirse a nuestra amistad. Esto significa que nos valora como personas.
Uno de los aspectos más positivos de una buena amistad es que hace aflorar lo más bello que hay en nosotros. Como la amistad es producto de una decisión voluntaria, tenemos que ganárnosla, ofreciendo lo mejor de nosotras mismas.
Así, los amigos nos abordan por nuestra mejor cara y son como espejos que reflejan nuestros rasgos más amables, animándonos así a dar lo mejor de nosotras mismas. Además, su amistad nos permite vernos con un nuevo par de ojos y entendernos con una forma distinta de pensar. Su aprecio y aceptación a menudo hace posible que nuestras debilidades se redefinan como fortalezas, que nuestros errores se vuelvan experiencias de aprendizaje, y que se disipen las dudas sobre nuestro valor personal. Quizás por esto se ha dicho que los seres humanos florecemos en la compañía de otros y que necesitamos de ellos para ser mejores personas.
Me pregunto cómo serían de gratas nuestras relaciones con la familia si abordáramos a los seres queridos con el mismo espíritu con que abordamos a nuestros amigos…
Si los tratáramos con el respeto, la paciencia y la comprensión con que solemos tratar a nuestras amistades, la vida en familia sería tan inolvidable como los momentos compartidos con esos mejores amigos.

miércoles, 24 de junio de 2009

Ser padres: la regla de los cinco segundos.

Cuando un bebé entra en casa aumenta el número de artilugios y cachibaches y aumentan las posibilidades de que algunos de ellos vayan el suelo, ya sea porque llevamos entre manos demasiados de ellos (y los papás solemos ser torpecillos con varias cosas entre las manos) o porque el que los manipula es el bebé.
Teniendo en cuenta que los bebés tienen la extraordinaria capacidad de hacer caer al suelo todo aquello que le demos, de manera repetida y a una velocidad bastante pasmosa, deberíamos tener en cuenta que no siempre que algo cae al suelo debemos correr a limpiarlo. Repito: no siempre (pero muchas veces sí).
Para hacer esta afirmación tendremos en cuenta la llamada regla de los cinco segundos, muy conocida en EEUU (el 70% de las mujeres la conocen, por el 50% de los hombres), que dice que cuando un objeto cae al suelo, si es recogido antes de haber pasado cinco segundos, no está oficialmente “sucio”. Hablemos un poco de esta regla para saber qué hay de cierto en ella, pues esta regla se aplica también para la comida.Hay un dicho que dice que “cuando el primer hijo deja caer un chupete, lo enjabonas y aclaras con agua antes de dárselo, al segundo se lo limpias en la camisa y al tercero se lo devuelves de una patada”. Es una manera de decir que la preocupación por la higiene se va perdiendo a medida que los niños crecen o cuando tienes otros y te das cuenta que es probable que no haga falta tanta esterilización ni tanta precaución. Bajo mi punto de vista, ni tanto ni tan poco… sentido común.
La realidad es que los gérmenes no están realmente en todas partes (al menos no los más problemáticos). Un estudio reciente realizado en la Universidad de Connecticut sugiere que si se trata de comida seca, como galletas, no son 5 segundos sino nada menos que 30 minutos lo que puede quedarse en el suelo sin que se contamine. Sin embargo, en este estudio no se especifica el nivel de contaminación de las superficies donde dejaron los alimentos y hay además otros estudios anteriores que no provocan tanta confianza.
En 2003, en Illinois, mostraron que el número de bacterias que había en el suelo de diversos lugares del campus universitario (cafetería, biblioteca, pasillos,…) era notablemente bajo. Viendo esto, el autor del estudio contaminó baldosas de cerámica con Escherichia coli y colocó golosinas y galletas sobre las baldosas durante cinco segundos para ver si se contaminaban o no de bacterias. El resultado fue que sí se contaminaban.
El año pasado se realizó otro estudio en la Universidad Clemson. Contaminaron varias superficies con Salmonella y probaron a dejar alimentos durante cinco segundos. El resultado fue la transmisión casi inmediata de la Salmonella a los alimentos (pan y salchichas). De hecho desvelaron que la Salmonella puede sobrevivir hasta cuatro semanas sobre las superficies secas.
La conclusión por lo tanto es que la regla de los cinco segundos no es tal. Lo importante no es el tiempo que pase realmente, sino lo sucia que esté la superficie donde el objeto o la comida cae (si se trata del jardín, como en la imagen, casi mejor lavarlo).
Por otra parte no es lo mismo que caiga algo que le vamos a devolver a un bebé, cuyo sistema inmunitario es inmaduro (la maduración llega entre los dos y los seis años), que a un niño de 3 o 4 años.
Yo sé que mi casa está relativamente limpia, así que cuando una cuchara cae al suelo digo mentalmente: “Uno, dos, tres…”.

lunes, 22 de junio de 2009

Infidelidad.

Se presentan infinidad de divorcios y un sin número causados por infidelidades.
La infidelidad es una traición a la pareja se ultraja la intimidad, confianza y respeto. Causa un dolor inmenso en aquél que es traicionado(a).Para que exista un infiel tiene que haber otra persona que se preste para dicha infidelidad. Es decir, a mucho(as) se nos han presentado situaciones que nos invitan a la infidelidad, pero reside en nosotras (os) el aceptar o rechazar dicha invitación.Por ello enfatizo que se requiere de dos, el (la) que lo propone y la (el) que acepta. Las infidelidades se dan por común acuerdo y por libre elección. Nadie es forzado a la infidelidad.
Por ello las excusas como:
1- Me vi comprometido(a).2- No tuve alternativa3- Tu fuiste la causante de la infidelidadSon comentarios irreales.
Hay infidelidades casuales que se dan aleatoriamente sin planearlas en un momento de impulso.Otras infidelidades son permanentes en las cuales se establece una “relación de pareja”, y ambos sienten que están hechos el uno para el otro. Compartiendo así su mundo particular en el cual son cómplices del engaño.Ambos amantes piensan o más bien se engañan pensando que no hacen mal a nadie.
La mujer que se convierte en la amante, traiciona y denigra a su propio género (la esposa del otro) hiriéndola y poniéndola en evidencia.Así mismo, el hombre que es el amante de una mujer casada, extiende su infidelidad a su género faltando a la integridad del marido de la otra.
¿Qué sucede cuando los amantes se casan?
Si el hombre se casa con el amante, o la mujer se casa con su amante. Aquellos amantes se convierten en esposos y esto al principio funciona pero después surge la interrogante ¿si el/ ella fue infiel conmigo, quién me asegura que ahora que soy la esposa(o) no sea infiel con otro (a)?
Es decir, el amante se prestó para serlo, existirán otros que también lo acepten.Comienzan así los celos desmesurados, la desconfianza y un vigilar constante.
La doble vida, hoy en día es muy común, sin embargo su frecuencia no la normaliza.
¿Cómo explicar a los hijos nuestra infidelidad?
Decimos acaso “Yo fui infiel pero tu no debes serlo” ¿Cuáles argumentos nos sustentan antes los hijos?Imagino que no deseamos que nuestro hijo en un futuro fuese infiel a su esposa causando sufrimiento tanto a ella como a sus hijos (nuestros futuros nietos).
¿Vemos a nuestra hija siendo amante de alguien casado?
Reprobaríamos este actuar en los hijos, quedándonos con el lema Nosotros Si pero los hijos NO.Se requiere de más valor terminar una relación establecida sin tener a otra persona esperando en la puerta, que terminarla sabiendo que alguien nos aguarda con los brazos abiertos.
En estos tiempos, al parecer las personas son percibidas como desechables, existiendo una individualidad mal entendida, en donde por querer ser autónomos nos volvemos en un extremo egoístas.
¿Tú que piensas?

miércoles, 17 de junio de 2009

Normas de buena sociedad.

No disputes con poderosos, no vayas a caer en sus manos.
No contiendas con ricos, para que no echen sobre ti todo su peso. Porque el oro puede mucho y pervierte el corazón de los reyes.
No disputes con hombre lenguaraz, que sería amontonar leña sobre el fuego.
No bromees con indisciplinado, no sea que maldiga a tus progenitores.
No ultrajes a quien se aparta del pecado; ten en cuenta que todos somos reos de castigo.
No faltes al respeto al anciano que también ellos fueron jóvenes.
No te alegres de la muerte de uno; acuérdate de que todos moriremos.
No desprecies los discursos de los sabios y sigue sus consejos. Porque de ellos aprenderás la doctrina y a servir bien a los grandes.
No prestes a quien puede más que tú, y si le prestas dalo por perdido.
No vayas de camino con el temerario, no pesen sus temeridades sobre ti, pues él hará según su capricho, y por imprudencia perecerías con él.
No te pelees con el iracundo y no atravieses con él el desierto, porque nada es la sangre a sus ojos y te derribará donde no haya quien te ayude.
Con el necio no tengas consejo porque no podrá callar lo que hayas dicho.
No descubras a cualquiera tu corazón, no te arrebate tu bien.

sábado, 13 de junio de 2009

El núcleo familiar y sus componentes.

El tener hijos es una gran responsabilidad y una gran alegría, pero el proceso de crecimiento y maduración de los hijos es algo que nos cuesta trabajo asimilar. En especial en la adolescencia los hijos intentan hacer varias cosas, algunos ejemplos serían los siguientes:
• Buscar un grupo de amigos con quienes identificarse• Tratan de parecerse lo menos posible a sus padres, por lo menos por unos años• Confirman su preferencia sexual• Buscan elegir a qué se van a dedicar en resto de sus vidas
Podríamos enumerar muchas más cosas que hacen los hijos adolescentes, pero en este caso a mi me gustaría dirigir este artículo un poco más hacia el lado de los padres.
Desde que los hijos son pequeños hacemos todo el tiempo pequeños ejercicios para ayudar a que se separen de nosotros y se vuelvan unos pequeños seres independientes. Nuestro primer intento comienza cuando los hijos entran a la escuela por primera vez, cuando los dejamos por primera vez en el jardín de niños, comenzamos a sentir lo difícil que es separarse de ellos, y lo sano que es también tanto para ellos como para nosotros. El pequeño o la pequeña ya no nos necesitan tanto como antes que dependía de nosotros para todo, ya comienza a socializar, a querer a otras personas como a la maestra, los amigos y amigas, etc…
Esta primera separación nos da la pauta de cómo serán muchos patrones de conducta en nuestra vida. Hay muchas diferentes reacciones, los niños a veces se van felices al jardín de niños y los padres se quedan muy tristes y con lágrimas al ver que su hijo se va alegremente, a veces a los niños les cuesta mucho trabajo separarse y lloran durante varias semanas, al menos mientras la madre está presente, algunos lloran solamente cuando los dejan y una vez dentro de la escuela están felices.
Ya cuando entran a la primaria, este proceso ya no es tan difícil para los niños y tampoco para los padres. Continúan su proceso de socialización a través de toda la primaria y comienzan a tener por ahí amores platónicos o alguna novia o novio.
Las cosas comienzan a complicarse un poco más en la adolescencia, para los padres es difícil encontrarse con una hijo o hija que ha tenido muchos cambios físicos y emocionales, que un día puede contestar divinamente y al día siguiente actúa como si odiara a sus padres; con un hijo o hija que quiere romper con todo lo establecido, en fin, ya conocen los cambios de la adolescencia.
Lo que quiere enfatizar el día de hoy, es que a pesar de que sea una tarea difícil, tenemos que aprender y dejar que los hijos crezcan, y no querer retenerlos a como de lugar. Es fácil escribirlo, sin embargo hacerlo ya no lo es tanto. Siempre a los padres nos entra la duda de si estaremos o no en lo correcto, si les estamos dando muchas libertades o tal vez muy pocas, si les estamos poniendo suficientes límites o tal vez no lo hemos hecho.
La realidad es que vamos aprendiendo en base a nuestra propia experiencia, y a veces queremos que nuestros hijos no sufran lo que nosotros padecimos con nuestros propios padres, o a veces actuamos repitiendo exactamente los mismos patrones que nuestros padres ejercieron con nosotros. La realidad es que no existe tal cosa como una escuela para padres.
Me parece que hay algunos puntos básicos que debemos realizar, en base a la relación con nuestros hijos, en especial durante la adolescencia:
1- Tenemos que comenzar a respetar la intimidad y privacidad de nuestros hijos, no se vale entrar a sus recámaras sin tocar, si la puerta está cerrada, ellos tienen derecho a sus tiempos privados.
2- Tenemos que confiar en ellos, les hemos enseñado los principios que nos rigen, y hemos hecho nuestro mejor esfuerzo, por lo tanto, tenemos que confiar en ellos cuando les damos libertad o permisos. Llega una edad en los hijos en la que tienen que ser conscientes de que sus actos tienen consecuencias, tanto para bien como para mal.
3- Mantener la comunicación con ellos es básico, sin ser intrusivo. Tenemos que saber que hablar con los hijos y que ellos se sientan en libertad de contarnos sus cosas es muy importante, pero también sabemos que hay una parte privada que seguramente nunca nos contarán (acuérdense de cuando ustedes fueron adolescentes).
4- No se vale meternos a la recámara de los hijos y tratar de husmear en todas sus cosas, meternos a revisar sus correos, o leer sus diarios o cosas de este estilo, no nos gustaría que nuestros hijos hicieran esto con nuestra privacidad.
Finalmente ellos avanzarán al inevitable paso de la adultez, los hijos nos brindaron la maravillosa oportunidad de guiarlos, comprenderlos, quererlos, crecer y madurar con ellos, para que finalmente ellos puedan volar y comenzar sus propias vidas como adultos. Recuerden que nuestros hijos tendrán la tendencia de imitar los patrones que nosotros tuvimos con ellos como padres, y ahí radica que hayamos tenido la capacidad de dejarlos crecer y separase de nosotros, para que en un futuro ellos hagan lo mismo con sus propios hijos.
Y conste que separase sólo quiere decir que harán sus propias vidas, no que nos dejen de querer, pero la relación con los padres será seguramente uno de los ejemplos más importantes que tendrán en la vida. Mientras más hayamos cultivado la relación con nuestros hijos en base al amor, la confianza y cariño, será más reconfortante tener una maravillosa relación con ellos cuando sean adultos.

jueves, 11 de junio de 2009

Relaciones humanas. Dar con la persona correcta.

Escribir acerca de las relaciones humanas es un asunto muy serio. Especialmente porque en mi opinión, opera la racionalidad y la afectividad. Somos personas adultas y de acuerdo a la experiencia, una dosis de racionalidad al momento de nuestra elección afectiva es una garantía de éxito. En principio, es importante conocernos a nosotros mismos para estar listos y ofrecer TODO lo mejor de nosotros.
Siempre buscamos personas y tenemos un listado muy grande de pretensiones.
Buscamos la perfección. Aquí, dos errores: la idealización del ser y la búsqueda en sí.
Nuestra mente elabora un modelo y lo mantenemos durante años. Pienso que si nos conocemos a nosotros mismos, tenemos en paz nuestro corazón y vivimos una agradable vida, es posible que en el camino aparezcan seres muy similares a nosotros que realmente deseen compartir ese camino. Búsqueda. Pienso que la elección de la pareja no es una búsqueda constante y desenfrenada. No debemos desesperar por el paso del tiempo ni tampoco alimentar el instinto. No es saludable una vida desordenada y sin afecto. No es bueno para nuestro espíritu.
Lo efímero solamente deja sabores amargos. Lo efímero satisface una necesidad y luego aparece un vacío existencial que debe remediarse. Busquemos entonces, la tranquilidad del alma y mejor, preparemos nuestro ser para recibir al amor. Otra cuestión que merece comentario es acerca de esta afirmación que escucho frecuentemente " los polos opuestos se atraen ". No creo que personas bien diferentes puedan entenderse. Quizá, en un principio pero, al paso del tiempo, esas notas que creíamos interesantes, se convierten en diferencias irreconciliables.
Una aclaración. Cuando describo las diferencias, hago referencia a los mismos valores, las mismas creencias en cuanto a la percepción de la vida, no sociales ni religiosas. En el amor, no existen ese tipo de fronteras.

viernes, 5 de junio de 2009

Las Relaciones Humanas .

Hoy en día hoy se ha comprobado la fuerte influencia que ejercen las relaciones humanas en el trabajo de cualquier grupo, ya sea formal o informal, institucional o no, porque los miembros de un grupo son personas que proceden de diferentes extractos sociales, con diferentes experiencias, preparación, aspiraciones, deseos, características psicológicas y utilizan diferentes métodos para lograr los objetivos que se han plantado.
Por estas razones, cada persona observa la vida, las situaciones y las cosas de diferentes maneras y presenta una actitud diferente ante un mismo hecho.
Para que las relaciones humanas sean adecuadas es necesario que se tome en cuenta el ser humano integral, ya que este es el eje de dichas relaciones.
Existen varias definiciones que tratan de explicar qué son las Relaciones Humanas: "Es el arte de llevarse bien con los demás, son un dar y recibir,.."
En los últimos tiempos se ha comprobado que muchas de las dificultades claves de la administración han estado íntimamente ligados al elemento humano, de modo de que la aptitud para comprender los aspectos humanos de una situación y para llevar relaciones adecuadas con el equipo de trabajo y los clientes, las relaciones humanas adquieren cada vez mayor importancia.
El ser humano debe poseer las siguientes Características:
Capacidad, confianza, creatividad, iniciativa, lealtad, ingenio, honradez, entre otros.
Las cualidades anteriores son muy personales, pero es fundamental que cada uno de los miembros del grupo contribuya para lograr la meta común el mismo. Se da entonces una interrelación, de forma tal que cada uno depende del otro, estando así el grupo unido con el fin de alcanzar el o los objetivos propuestos.

martes, 2 de junio de 2009

México toma más precauciones por la influenza.

la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) inició un programa de vigilancia en 20 sitios turísticos, con la revisión de visitantes y empleados. Luego de 10 días de actividades no se han reportado casos probables de la enfermedad.
según el reporte de la Secretaría de Salud (Ssa) sobre la epidemia causada por el nuevo virus, al día de ayer se tenían 5 mil 29 casos confirmados, 55 más que el jueves. Los decesos subieron a 97.
Los análisis de laboratorio empezaron a arrojar datos de la enfermedad en días recientes, con el registro de una persona que empezó con los síntomas de influenza A/H1N1 el pasado lunes.